Libres, cabezas rapadas. Somos el grupo radical, cristiano, devoto, fiel y leal a la Divina Providencia. Levantándonos en medio de una palestra de indecisos corderos, buscamos la entrega de la nueva paz. Luchamos por el ideal de la nueva religiosidad; peligrosos indecisos, cazadores de cabezas humanas, de pieles y cabellos. El dedo izquierdo de Dios.
No corran; no hay lugar, ni refugio. ¡Nos encontraremos!
El homicidio, un deber; el suicidio, una obligación.
¿Me temes?... Deberías. :p
2 comentarios:
mmmmm sobre si te temo?
no, en realidad no...
Sutil... muy sutil comentario. jeje
Estoy desvariando.
saludos.!
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