jueves, marzo 26, 2009

Pavo.

Cuando pienso (cuando pienso...) en las diferentes formas en que me he ido desenvolviendo estos últimos años tampoco puedo dejar de pensar en mis amigos, hermanos, familia y personas amadas.

Y pues ahí está, uno de esos irremediables efectos de "crecer" es que poco a poco se hace más difícil convivir con los cuates, amigos, familiares y personas amadas; sin embargo, y gracias a Dios, aún existen ángeles en la tierra. Sí, de aquellas personas que te encuentras en el autobús, mercados, tiendas o tranporte público, que parece que Dios te ponen en el camino para salvarte la vida, o más mundanamente que te pueden alegrar el día con un simple saludo. "Hola, cómo estás" y me es suficiente para volver a este mundo luego de un pequeño viaje mental y posar de nuevo mis piés sobre la tierra. ¡Que lindos son los ángeles!, aunque casi siempre se encuentren con un pequeño diablo a quién le es difícil encontrar el camino de regreso a este planeta :P

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